Cuando te vas haciendo mayor valoras más determinadas cosas. Por ejemplo, las vacaciones, ese periodo estival en el que hagas algo o no, sabes de antemano que vas a ser feliz.
Un mes y medio en Madrid se hace extremadamente duro. Demasiado. Por ello llevo una semana merodeando por el calendario para ver si pasan los días más deprisa. Pero ni con esas. ¿Cuántas cosas eres capaz de hacer en 7 días? No he planificado. No tengo billetes al paraíso ni a Estados Unidos, pero tengo 7 días felices por delante que eso ya es plus difícil de conseguir. Por lo que me limitaré a la contemplación, dejemos que las horas y las olas se lleven los días mientras andamos por la orilla. Por que no hay mejor placer, que hacer lo que te gusta. Que no hace falta irse muy lejos para desconectar, y si nos cansamos de tanto mar, hay montañas para escalar, que el Norte es lo que tiene: montaña y mar. Para vosotros, indecisos por vacaciones.
Me voy, al norte, a la ría, y a la playa, a las calles y las plazas. A la fiesta y la verbena, a los conciertos de tarde y las salas de espera en los bares. Me voy al norte, a coger aire, llenar el alma y refrescar las ideas.