El amor como escaparate
A veces creo que llego tarde a enamorarme. Sí, que entre las dinámicas que hay en las aplicaciones, reglas no escritas y tanta demanda de mercado, se me atraganta un poco coger el ritmo y las ganas. Y cuando lo cojo, por estadística, previsiblemente no vaya a nada. Ahí, mi amigo Chele tenía razón. Vamos, […]