¡Yo, me hago optimista!

Hoy he pensado: “Si vas a escribir en el blog, más vale que escribas algo positivo” y como también hay observaciones fugaces (positivas) en el día a día he dicho, hoy escribo de la gente optimista.

Yo admiro esa actitud, la actitud de “Esta todo bien así”, “No le des vueltas”, “No te compensa”….En definitiva, ese “Relax take easy” de Mika que bailaba como loca en alguna discoteca de Madrid hace ya algunos años. Una pena que el optimismo no se contagie, no sea una plaga a nivel mundial, el optimismo más bien se busca o se adopta (por la cuenta que nos trae, más vale que empecemos adoptarlo si o si). La gente optimista transmite “buen rollo” de por sí, lo sé, lo he comprobado. Esa gente tiene “algo” que la envuelve que sabes que cada palabra va tener algo de esperanza.

Suelen ser personas aparentemente seguras de sí mismas y con las cosas claras, y aparentarlo ya es un punto a su favor. Las admiro.

Ser optimista es todo ventajas, para ell@s, el “Tierra, trágame” no existe porque es una lección aprendida. El miedo es una fase más en la búsqueda de sus sueños y la desgana y apatía es un síntoma pasajero en el camino hacía su desarrollo personal. ¡Vamos un chollo! Ahora mismo me hago optimista.

Share This:

Compro modales

…Y llegue a la conclusión de que al igual que hay gente anémica o baja de plaquetas, glóbulos rojos etc. Hay gente que tiene una seria deficiencia de “holas”, “buenos días”, “feliz año” y demás coletillas y saludos varios que hacen más agradable la existencia.

Lo entiendo, es complicado, pero muy complicado es saludar cuando se carece de una sonrisa previa al saludo o de una mínima intención de ser educado con el que tienes enfrente. Ya ni te cuento cuando tienen su Smartphone entre las manos, olvídate de que te vaya a sujetar la puerta para que cuando salgas no te des con ella, te lo dije, ingenua.

Supongo que su intención es pasar por los lugares sin pena ni gloria, y hacer palpable eso de “Yo he venido aquí a trabajar” ¡Perdone usted que ahora tener modales y una conversación banal después de las vacaciones es una fiesssshhhhtaaa!

Tener sangre en las venas no está de moda, ser entusiasta y educado te llevará a ser objeto de críticas en las mentes más perturbadoras y aburridas que jamás puedas ver. ¡Déjate de tonterías que eres mayorcito!

Independientemente de tu experiencia o no con personas carente de modales, no dejes de saludar, sonreír y ser entusiasta en todo lo que hagas, allí donde estés y a todo al que conozcas, no por ellos, sino por ti.

Share This:

¿Expectativas? No, gracias

No te crees expectativas. No te las crees porque tendrás casi un porcentaje elevado de caer, y una caída sin protección duele. Lo peor que puedes hacer es crear un guion con los personajes y la historia ya empezada. No lo hagas. Lo máximo a lo que puedes aspirar es a ser un buen actor secundario.

Primero observa, tanto o más como el público al que te debes.  No destaques, por lo menos por fuera sino quieres ser prejuzgado por las mentes (perversas o no) que te rodean.

Dedícate hacer tu papel, tu trabajo o lo que sea. No esperes palmadita, reunión, mail o café para repasos de guion, propuestas, alternativas varias.  Te lo dije, no te crees expectativas, ni finales felices ni caminos de rosas.

Con el tiempo, en el mejor de los casos estarás en el cartel principal con los demás actores, en el menos malo, estarás indefinidamente en plantilla, hasta que te agotes o te agoten. Y en el peor de los casos, serás el perfecto intérprete por meses.

Míralo por el lado bueno, cada status tiene su responsabilidad. Seas trabajador- precario o no, becario o parado, en tú mano está que la obra sea un poquito mejor. Pero por favor, no hagas de la interpretación un drama. Dejémoslo (en todo caso) en una tragicomedia 😉

¡Ah! Se me olvidaba, si un día tienes la oportunidad, tal y como están las cosas, de cambiar de obra o aspirar a actor principal, acuérdate del actor secundario, del becario o del que como tú tiene las mismas o más ganas de que la obra sea un éxito. No lo olvides.

Share This:

Guía para empezar bien el año

Bienvenido/a al inicio de 365 días apasionantes. Ponte cómodo, hazte un café o un cola cao caliente y lee detenidamente…

  1. No te anticipes a NADA. No des por perdido nada ni a nadie. No generes una lección aprendida anticipada.    
  2.   El miedo te seguirá acompañando un año más, tanto o más como lo lleva haciendo desde el primer momento que apareció en tu vida. De ti depende que un año más le sigas dando más espacio del que le corresponde.
  3.   Al contrario que el punto anterior, espero que la persistencia te siga y nos siga acompañando siempre. Ser persistente no significa ser pesado. Sé persistente a la hora de conseguir aquello que deseas. Hazlo, no lo dudes.
  4.    No te olvides del entusiasmo y la alegría. Los momentos de crisis van y vienen. Con el tiempo los hombres en general tendemos acordarnos de lo bueno. Tú decides la duración de las cosas malas, no dejes que ellas marquen parte de tu vida.
  5. optimista. Créate tu propio optimismo, cómpralo, adquiérelo en pequeña dosis, sea como sea, necesitamos gente optimista. Necesitamos más personas en nuestro entorno que vean el vaso medio lleno, la casa medio construida y el camino medio hecho.
  6. Actúa. No te quedes esperando. No es fácil, pero tener “actitud de acción” ya es el comienzo de un camino lleno de oportunidades.
  7. Sé más solidario, todos podemos serlo más. Hay muchas maneras de solidaridad, desde ayudar a la persona que tienes al lado, hasta el SMS que mandas con la palabra X a “Médicos del mundo”. Todo el mundo estamos necesitados de gente que nos ayude a sobrellevar nuestro día a día.
  8. Crea. Un blog, un diario, una canción, una palabra inventada, una historia, un nuevo movimiento, una rutina, un propósito, un objetivo, un negocio o tu propia vida. Sigue siendo protagonista y señor/a de todos tus propósitos o despropósitos que el año nuevo te traiga.
  9. Sé enérgico. Tenemos más fuerza mental y emocional de la que pensamos. Nuestro cuerpo está hecho para vivir situaciones muy extremas. No permitas que tu cabeza te limite, que la negatividad se apodere de ti. Eres mucho más fuerte de lo que crees. Créeme.
  10. Por último, espero que este año sigas siendo fiel. Fiel a ti mismo, a tus principios, a tus hábitos, a tu familia, amigos, estilo. La fidelidad es un valor en alza y es que con tanto cambio económico, laboral y social, parece que “nos tenemos que adaptar” a lo que nos dictan desde fuera. Déjalo, lo que te hace especial a ti que lees esto o a mí que ya mismo estoy terminando de escribir esta entrada, es la esencia. Llámalo “aura, chispas o vibras” todo esto hace que seas como eres, y que en definitiva, hayas llegado hasta donde estas. Que el 2014 no te cambie ni me cambie 😉

Feliz año a todos vosotros, que me leéis y dedicáis unos minutos a reflexionar conmigo. Mis mejores deseos a todos y cada uno de vosotros. Hagamos que el 2014 sea un buen año, con guía o sin guía 🙂

Share This:

Esto no es una despedida

Esto no es una despedida, porque yo no despido ni dejo a nadie. Esto es una partida, porque tú sales para irte a un lugar mejor. Esto no es una despedida, es buscar un camino, el tuyo. Es saber que hay algo más que lo que llevas conociendo desde los últimos 26 años. Es emprender, volar, caminar o soñar despierta.

Esto no es una despedida. Es recordarte que estaremos en tu regreso, sea cuando sea. Que seguimos siendo exactamente iguales que hace 6 años atrás, y que el tiempo pasa por nosotros pero solo aparentemente. Es quedar un sábado más, la típica cena por Navidad, o el paseo de todos los años por Madrid. Es la excusa perfecta para decirte “¡¡Cuánto tiempo sin verte!!”, “¡¡Te ha crecido más el pelo!!” o simplemente desearte SUERTE.

¡Enhorabuena! Has sabido hacer todo aquello que muchos no se atreven, y eso, ya es toda una hazaña. Dicen, que si en tiempos difíciles consigues alzarte y buscar nuevas oportunidades cueste lo que cueste, pocas cosas se te resistirán. Así, que llegado a este punto sólo puedo desearte que tengas un viaje tranquilo y una estancia agradable. Y si en algún momento, sientes flojedad emocional,  “nuestros 6 minutos” quizás te puedan ayudar.

Recuerda, esto no es una despedida.

¡Hasta luego…Y gracias!

Share This:

Si él puede, yo también

«Si él puede. Nosotros también.» Es la lección que he sacado después de ver el primer año de vida de Ward Milles. Me pregunto qué le hace a un bebé de cinco meses y medio rodeado de cables, máquinas y miles de manos ayudándole a “luchar” para salir adelante. Al fin y al cabo no parece que el mundo actualmente sea el paraíso terrenal. Claro que los paraísos terrenales siempre se encuentran en lugares recónditos en los que se llega por casualidad. Yo creo que sencillamente lucha, no hay motivo. Es más bien un instinto de supervivencia, un “yo he venido para comerme el mundo” y aquí estoy.

Con los años las ansías de “comerse el mundo” se van apaciguando o se quedan en aquel verano del 2000. Poco antes,  hasta los más escépticos veían como el cambio de siglo traía toda una revolución tecnológica que colapsaría los sistemas informáticos de medio mundo. Pasó, pero no fue para tanto. Con el tiempo la energía cambia y  las fuerzas se apaciguan. Lo único que perdura es el más puro instinto de supervivencia, el mismo que tenemos desde que nacemos. Y el mismo que tarde o temprano nos sacará de algún apuro inesperado.

Sigamos “comiéndonos el mundo”, abriendo caminos y creando atajos, sigamos luchando como si “el paraíso” estuviese más cerca de lo que pensábamos, como si la historia acabara de empezar, dónde las expectativas y la ilusión nos empujan a seguir leyendo. Hazlo, y olvídate del “estoy mayor”. Hazme caso, no te llevará a ninguna parte. Levántate, empieza tu historia,  y lucha por el camino por el que sabes que quieres ir.

Os dejo el vídeo por si todavía no lo has visto 😉

http://www.youtube.com/watch?v=EEPHLC6dMGA

Share This:

Y tú, ¿actúas o reaccionas?

Últimamente conozco a mucha gente que empieza actuar. Sale de su zona de letargo y confort y emprende un largo proceso provocado por el mism@. Piénsalo bien, ¿Actúas o reaccionas? Si tu respuesta en la segunda, tenemos un problema. Un problema de los que no hay médicos ni especialista que sepa tratarlo. Deberás recurrir a ti mismo. Diagnosticarte, y ver que tratamiento te viene mejor. En la mayoría de los casos debemos recetarnos altas dosis de valentía y esfuerzo. Se ha comprobado que los resultados de dichas actitudes son altamente beneficiosas para los pacientes que durante un periodo de tiempo se verán sometidos a presiones internas, picos de pánico, angustia y miedo.

Los siento, no hay medicación contra estos síntomas, es un proceso que tendrás que pasar, quieras o no. Salir de nuestra zona de confort no iba a ser fácil ¿Tú sabes cuánta envidia hay ahí fuera? La gente se muere de envidia o admiración por aquellos que, a pesar de todo, se arriesgan a cambiar.

Cambiar de trabajo, de pareja, de amigos, de casa, de ciudad…Hay miles de “zonas” nuevas esperándote, y tú ahí, esperando que de un modo u otro a tu zona le pongan árboles, barbacoa, chiringuito y hasta se instalen vecinos encantadores cerca de ti.

No hace falta esperar mucho para saber que todo esto no te llegará, no importa. Haz que pase. Cruza, sal, avanza, anda o sal huyendo con tal de actuar. El mero hecho de dar el primer paso será el comienzo de una nueva aventura. ¿Estas preparad@?

Share This:

Re-versiónate

Me pregunto cuantas versiones de nosotros mismos tenemos que pasar para llegar a ser lo que somos ahora o lo que seremos en unos años. Es decir, ¿Cuántas situaciones dolorosas o felices has tenido que pasar para ser hoy quien eres? Lo quieras o no, desde el momento en que naciste ya estabas predestinada a lo que eres ahora, lo que seguirás siendo mañana y lo que serás en un futuro. Ese colegio que tus padres eligieron cuando tu todavía eras una niñ@ marcaría el comienzo de un largo proceso de maduración cambiante que daría lugar a lo que eres hoy.

Tus compañeros de clase empezaron. Lo siguieron tus amigos, tus Ex´s, los amigos de tus amigos, de sus amigos, profesores, compañeros de trabajo, de no trabajo…y en definitiva tú misma te has ido reversionando en cada momento en el que has tomado una decisión, en el que han avanzado, has cruzado la linea de “salida” y te has lanzado a un futuro incierto. Es@, eres tú.¡Enhorabuena! Bienvenida a la banda sonora de tu vida de la que a buen recaudo se producirán miles de copias pero sólo un@ será el afortunad@ de disfrutarla en directo.

Y es que somos tan “músicos” de nuestra vida como “arquitectos” de nuestras ilusiones. Si te lanzas a reversionarte un día de repente, sin previo aviso y porqué has pensado que ya toca sin que nadie te diga que “te estas rallando”, avisa, avísanos de cómo es eso de reescribirte, de reinventar tu propio ritmo y melodía. De ser una popstar diferente a todo lo que se ha escuchado ya. Con letras que rompan rutinas, con melodías que corten con el pasado y con un estilo tan tan propio que nadie jamas pueda imitarte. Si lo consigues o lo has conseguido, comparte tu versión.

Share This:

Soy arquitecta, y yo sin saberlo

Lo acabo de descubrir. Sí, acabo de hacer un descubrimiento que poca gente sabe. Los edificios no se sustentan con cemento. Se sustentan con ideas, emociones, proyectos, retos…El cemento es solo una tapadera. Lo mismo pasa con las personas, las personas se mueven por estas mismas ideas que las llevan a construir “cosas”. Cosas emocionales (enamorarse), personales (autocrítica) físicas (mejorarse), cosas materiales (manualidades), terrenales (construir una casa) y hasta espirituales (meditación). Y entre tanta metáfora y abstracción nos perdemos en las banalidades del día a día sin reparar si nuestras “cosas” se están construyendo como queremos.

Somos arquitectos de nuestra propia vida y tú sin saberlo. Sin saber que te están vendiendo una casita con piscina y jardín y todavía no la has visto sobre plano. Sin saber que en unos meses te dan las llaves y que en un par de años ya estarás viviendo en ella…Y tú sin saberlo. Lo qué si sabes es que estás. Estas esperando a que te vendan un plan de vida, de pensiones o de lo que sea con tal de que te solucionen la “papeleta” de planificar tu propio camino.

Asóciate con un estudio de arquitectura bueno, un autónomo;  que sepa guiarte para que tus cimientos personales y profesionales resistan tempestades, apúntate a una academia, estudia cursos superiores…O sino a ver quién es el valiente que se monta su propio estudio de arquitectura emocional y empieza a trazar las líneas de su futuro. Con los tiempos que corren, seguro que la aventura, te sale bien 😉

Share This:

Hoy, cambio.

Esto es lo que hay, si quieres lo tomas y si no lo dejas. Eso sí, si decides dejarlo prepárate a tener pequeñas dosis de sufrimiento inicial que se podrán multiplicar o no según vayas cumpliendo tus objetivos. ¿Todavía no sabes de lo que estoy hablando? Se llama cambio. Esa palabra inofensiva y fácil de pronunciar que sin embargo comprende multitud de connotaciones. Las mismas que podemos sacar a cada una de las situaciones que se nos van presentando a lo largo de nuestro día a día. “Sí, estoy bien, me gusta…Pero, quizás necesite aprender algo más…” “La casa es muy bonita, muy luminosa, con terracita…Pero, el barrio no me entusiasma” “Me encantaría apuntarme contigo, es genial…Pero, creo que no aguantaré mucho”. Los cambios conllevan un porcentaje alto de riesgo tanto bueno como malo.

A simple vista la palabra cambio lleva una acción no muy complicada de ejecutar, a simple vista todo parece más sencillo. La dificultad está cuando somos nosotros los que nos encontramos en primera línea de salida, listos para empezar “nuestro cambio”, ya sea laboral, vital, emocional, personal… Es entonces cuando después de un proceso de calentamiento conversacional con amigos, conocidos y demás personas estamos preparados para empezar a correr cuesta arriba, sin frenos y descifrando los primeros impulsos del corazón que al fin y al cabo son los más certeros.

Y después de un largo proceso (a veces tortuoso) cuando llegamos a la meta, cuando ya hemos conseguido realizar ese cambio, por muy pequeño que sea, cuando estamos allí, emocionados, exhaustos, hiperactivos…Nos empieza invadir una sensación de miedo infundado a lo próximo que vendrá con ese cambio, y ese… ¿“Habré hecho bien en CAMBIAR”? Créeme, sí.

Share This: