Estamos invadidos. Lo estamos y va a ser complicado reconquistar nuestro territorio. Las nuevas tecnologías están ganando la batalla en la que nunca nos hemos posicionado. Tal vez, no sea una batalla, pues para que esta se produzca tiene que haber, por lo menos, dos bandos bien diferenciados, y de momento parece haber uno: El de las nuevas tecnologías y todo lo que ello conlleva… (súper conexiones mega rápidas a Internet, App que modifican nuestros hábitos, aparatos más inteligentes que nosotros mismos que nos solucionan la papeleta de buscar restaurante cerca, amigos a dos toques de pantalla táctil, reserva de hotel desde el mismo baño…) A ver ahora como salimos del campo de batalla sin caer en las «cómodas» redes de la tecnología.
Por eso, un día, de repente me vino a la cabeza la idea de recuperar los mensajes en aviones de papel. Hechos de un combustible lo suficientemente duradero como para atravesar esos campos de «batallas tecnológicas» a las que nos vemos sometidos todos los días. Sólo es cuestión de hacer el esfuerzo de coger boli, papel y escribir. La emoción y el optimismo de que el mensaje llegue al destinatario hará el resto.
Estamos avisados, no es tarde. Todavía estamos a tiempo de desempolvar la ilusión, la fe y la alegría que en los últimos tiempos la hemos perdido entre las malas noticias y las mini batallas del día a día (Esas un día os las explico 😉 Así que haciendo mención al famoso dicho de… «Nunca es tarde si la dicha es buena»; Te animo a que te levántate, cojas un boli, un trocito de papel, que escribas, lo dobles y lo hagas volar todo lo lejos que puedas. El destinatario (sea quien sea) estará encantado de poder leerte, de poder leerme 😉