Hace justo un año no sabía la pequeña gran revolución que iba a suponer. Y llegó, con la fuerza de un tsunami y la delicadeza de lo que es coger por primera vez a un bebé
Ella no levanta ni diez palmos del suelo. Sus ojos son dos faros que guían cualquier oscuridad a la luz más pura y blanca que puedas imaginar. Observa, te mira y pocas veces parpadea, supongo que descubrir cosas nuevas a cada minuto debe ser realmente sorprendente.
Ella ha dado su primera vuelta al sol. 365 días llenos de amor, aprendizajes, algún que otro «drama» pero muchas muchas alegrías. Supongo que es lo que tiene cumplir un año de vida.
Da igual como haya sido tu día porque con ella aprenderás a relativizar y a ver que lo realmente importante está en contar bolitas, señalar todos los perros posibles y darse cuenta que más allá del carro hay todo un mundo por descubrir.
Ella jamás te pedirá explicaciones. Sin embargo, siempre te estará esperando, mirando de reojo y con la mejor de las carcajadas. Porque sabe que lo divertido es que vuelvas a verla gateando a la mayor de las velocidades por un salón que ya se le queda pequeño.
Del significado de su nombre dicen que «es de mujer fuerte, de noble inteligencia y con carácter», ya apunta maneras.
Sin embargo, creo que el mejor de los aprendizajes que puede tener es que el tiempo y en definitiva las circunstancias le ayuden a gestionar sus emociones. A identificarlas, etiquetarlas y saber que como vienen, también se van. (Ya me encargaré yo de guiarla).
Y a confiar, siempre confiar en que todo va a salir de la mejor forma posible o de aquella forma en la que suponga la mayor de las lecciones. Solo así, creo que será la mujer fuerte, inteligente y con carácter que dicen que es.
¡Feliz VIDA Carlota!