Bendita calma. Maravillosa cotidianeidad. Ausencia de drama. Tu no lo sabes, pero es eso lo que necesitas. Te costará acostumbrarte, y pensarás que algo raro pasa.
Y te darás cuenta, que en la sencillez están los detalles y a veces tú.
Bendita calma, que no sacude cabezas ni pensamientos raros. Que no perturba porque todo fluye con armonía y dinamismo. Para tsunamis de emociones y tempestades raras que solo perturban para hacer del día a día una primavera anticipada incluso en invierno.
Bendita calma, que amansa los miedos internos, para que disfrutes, ahora sí del momento, del ahora.
Bendita calma a veces personificada que templa pasiones desbocadas y doma fieras enjauladas.