Todos huyen a un lugar mejor, con el mismo sol pero con algo de mar, cuando en el fondo; de lo que huyen es del ritmo de vida de Madrid. Agosto es a Madrid como un coma inducido, en el que el ritmo cardiaco mantiene las constantes pero a otro compás y en otro ambiente. Los agosto de Madrid son extremadamente secos de aire, faltos de agua y vacíos de estrés.
Es un desierto de gente y un paraíso para disfrutar. Agosto es para vivir en Madrid con calma, sin alboroto y sin prisas, que bastante corremos entre semana para no perder (quién sabe) si el último tren.
Disfrutar de Madrid en agosto es una apuesta segura a saber vivirla en los pequeños detalles.Localiza una piscina cercana, una escapada de fin de semana o un plan B para los días de excesivo sol y demasiada apatía.
Huye a ratos, y vuelve siempre para tener un sí a: » Y tú, ¿te quedas en Madrid?»