Bienvenid@ al verano de tu revolución. Al «no eres tu, soy yo». Al volver atrás para recuperar la esencia y no la forma.
El verano es un break en el camino, es un “stop” para volver a elegir la ruta. Es un analizar para ejecutar diferente. Quizás, sea una oportunidad.
En el verano se descansa todo menos la mente, porque solo necesitas un horizonte infinito y brisa de mar para darte cuenta que la revolución ya ha empezado.
Estas son como los ciclos económicos; sabes que después de un valle inevitablemente viene un pico. Tu revolución.
Lo bueno de las revoluciones es que son como tsunamis internos que desmoronan todo lo que tienes para que puedas ordenarlo a tu gusto. Pues empecemos.
Coge aire y paciencia. Expándete. Gestiona los asuntos internos (tu ya sabes cuales son) y ten cerca una guía emocional, del resto, se encarga el tiempo y las casualidades.
¡Viva tu revolución!