Elige tus batallas

Elige tus batallas. Las que puedas ganar o no. Sea cual sea el resultado siéntete satisfech@ por haber dado todo de ti en el campo de lucha. Elige bien, aunque no importa si te equivocas; hay tantas batallas vitales como años te queden de vida. Por eso, al principio solemos luchar en todas, no analizamos la situación ni planificamos la estrategia. Nos entregamos con todo y a todos.

Vuélvete selectiv@, el tiempo y las circunstancias harán que tu punto de vista cambie. Analiza la situación y ten presente el objetivo final. Si lo consigues no solo ganarás tu, sino todos los implicados en ella. Si por el contrario, las dificultades y adversarios externos intervienen en tu contra, ¡para! y plantéate de nuevo por qué sigues luchando. Si crees que hay un porcentaje óptimo de ganarla, ¡ve a por ella! No te sientas perdedor@ por abandonarla, a veces nosotros mismos nos cegamos demasiado.

A tu edad, la experiencia te ha dado el plus de ser más sabio, más analítico y a veces más paciente. Por eso, de haber pasado ya varias fases vitales. Así que te recomiendo que pares un momento y pienses si realmente, si esa en la que estás, es tu batalla o no.

 

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