Hagamos un trato. Proponte lo que dicen que es imposible. Lo que es muy complicado, aquello que te quitan de la cabeza. Proponte este año cumplir con todos tus “ya veré”, “quizás mañana”, tus “todavía hay tiempo” o “ya si eso”. Cúmplelos todos. Uno por uno, que no te digas a ti mismo que no lo intentaste. Que los propósitos son eso. Ese punto de inflexión en el que decides hacerlo. Por que no hay mejor momento de hacer algo tuyo que cuando tú quieras.
Que no se te eche el tiempo encima, que ahora tienes ventaja. Que empiece la cuenta atrás, que estamos deseando empezar a cumplir con todo lo que hemos dejado por el camino. Que el ’16 ya está haciendo mella, para lo bueno y lo malo. Así que, ¡empecemos! Cumple primero, por ti, y después por la sensación de grandeza y satisfacción de gritar con la mirada ¡lo conseguí! Porque no hay nada mejor que retarse a uno mismo. Porque no hay nada mejor que haberlo conseguido juntos. Hagamos un trato, empecemos por nosotros.