Lo acabo de descubrir. Sí, acabo de hacer un descubrimiento que poca gente sabe. Los edificios no se sustentan con cemento. Se sustentan con ideas, emociones, proyectos, retos…El cemento es solo una tapadera. Lo mismo pasa con las personas, las personas se mueven por estas mismas ideas que las llevan a construir “cosas”. Cosas emocionales (enamorarse), personales (autocrítica) físicas (mejorarse), cosas materiales (manualidades), terrenales (construir una casa) y hasta espirituales (meditación). Y entre tanta metáfora y abstracción nos perdemos en las banalidades del día a día sin reparar si nuestras “cosas” se están construyendo como queremos.
Somos arquitectos de nuestra propia vida y tú sin saberlo. Sin saber que te están vendiendo una casita con piscina y jardín y todavía no la has visto sobre plano. Sin saber que en unos meses te dan las llaves y que en un par de años ya estarás viviendo en ella…Y tú sin saberlo. Lo qué si sabes es que estás. Estas esperando a que te vendan un plan de vida, de pensiones o de lo que sea con tal de que te solucionen la “papeleta” de planificar tu propio camino.
Asóciate con un estudio de arquitectura bueno, un autónomo; que sepa guiarte para que tus cimientos personales y profesionales resistan tempestades, apúntate a una academia, estudia cursos superiores…O sino a ver quién es el valiente que se monta su propio estudio de arquitectura emocional y empieza a trazar las líneas de su futuro. Con los tiempos que corren, seguro que la aventura, te sale bien 😉